En concreto, Boku obtuvo los permisos para el establecimiento y operación de su propia planta de procesamiento de mineral de oro (proyecto La Patona) y ha suscrito un acuerdo de opción con un propietario para el uso de sus tierras.
El plan inicial contempla la instalación de maquinaria para procesar entre 50 toneladas (t) y 80 t diarias, centrándose principalmente en el mineral extraído de los yacimientos Bonanza y La Dorada, en la mina Tesoro. A medio plazo, Boku pretende ampliar la planta hasta 350 toneladas diarias, la capacidad máxima permitida para la pequeña minería.
“Una vez operativa, la planta se centrará en el procesamiento de mineral procedente de minas locales, con potencial de ampliación para satisfacer el aumento de la demanda. Este medida forma parte de la estrategia de Nativo de integrar verticalmente y expandir sus operaciones en Perú”, indicó Stephen Birrell, CEO de Nativo.
Desarrollo de infraestructura
El acuerdo sobre los terrenos concede a Boku un período de exclusividad de ocho meses para llevar a cabo un estudio de viabilidad de la planta, con el fin de confirmar la viabilidad comercial y técnica. Tras la confirmación, Boku tiene derecho automático a proceder con el desarrollo y la explotación.
Según el acuerdo, en caso de que se decida construir y explotar la planta, Boku tiene el derecho unilateral de utilizar los permisos existentes y alquilar los terrenos, a cambio de pagos mensuales de alquiler equivalentes al 4% de los ingresos de la planta. Además, se incluye la opción de hacerse con la propiedad de los terrenos y los permisos por un pago único de US$750,000, que sólo podrá ejercerse tras dos años de funcionamiento de la planta.
Fuente: Gestión
